Corrección de textos: Prof. María Valeria Segura
Sus siete pecados capitales
1- Por participar en el encubrimiento de las circunstancias que envolvieron la
muerte de Juan Pablo I
a) Por
haber respondido con un cerrado silencio, sin admitir nunca abrir una
investigación, a los argumentos del asesinato del 28 de setiembre de 1978
contra Albino Luciani de 65 años, ocurrido a los 33 días de su pontificado.
Luciani se hallaba en perfecto estado de salud, según informó su médico
personal Da Ros, contradiciendo a su Secretario de Estado -Jean Villot- el que prohibiera cualquier autopsia e hiciera embalsamar el cuerpo antes de las 24
horas de fallecimiento; hecho tal que está fuera de lugar y que hizo casi imposible determinar si hubo infarto agudo -como se manifestó oficialmente la "Santa Sede" (difícil de creer en una persona con baja presión como Luciani)- o si fue
envenenado con metales pesados.
b) Por
haber tomado su nombre como signo de continuidad pastoral petrina,
para luego hacer todo lo contrario.
Paul Marcinkus junto a Wojtyla |
c) Por
no hacer limpieza de personajes nefastos dentro del Estado Vaticano, como el ex
cardenal de Chicago, Paul Marcinkus, implicado desde el pontificado de Pablo VI
en el vaciamiento de la Banca Católica de Véneto y ser uno de los sospechosos
de la muerte de Juan Pablo I.
d) Por
no hacer saneamiento en las finanzas del IOR y no apartar de su círculo de influencia a personajes como
Roberto Calvi (responsable del vaciamiento por 1000 millones de dólares en el Banco Ambrosiano del que era presidente, y que Luciani tenía decidido avanzar para despegar al IOR del Ambrosiano; Calvi, luego “suicidado”); Michele Sindona (banquero
siciliano con pedido de extradición desde Italia, cuyas pruebas de crímenes
financieros poseía el IOR) o Umberto Ortolani
y Licio Gelli (dirigentes de la logia masónica P2) cuyo imperio se veía
amenazado por las reformas propuestas de Luciani y también sospechosos por la
muerte de Juan Pablo I.
e) Por
no hacer una pastoral más humana sobre las familias, como aseguran -el cardenal
italiano Giovanni Benelli o el cardenal argentino Eduardo Pironio, amigos
personales de Luciani, entre otros allegados- tenía en carpeta Juan Pablo I
para tratar el 24 de octubre de 1978 (a menos de un mes de su muerte) sobre el
control de la natalidad y los métodos anticonceptivos.
f) Por no hacer un rechazo frontal a las dictaduras genocidas,
como fue la voluntad de Luciani -y lo atestigua la lista de invitados a la
asunción de su pontificado hecha por él mismo- en donde quedaban excluidos los
dictadores latinoamericanos, luego ignorada por el Secretario de Estado Jean
Villot.
g) Por
la no apertura a las teologías renovadoras, como sí la asumía Juan Pablo I.
2-
Por rodearse de clero justificador de genocidas
Augusto Pinochet junto a Wojtyla |
Leopoldo F. Galtieri junto a Wojtyla |
c) Josemaría Escrivá de
Balaguer, fundador del ultraconservador Opus Dei, amigo y
justificador
ideológico del genocida español Francisco Franco. Escrivá de Balaguer, amigo y
protegido de Wojtyla, dictador egocéntrico, de concepciones apocalípticas y
exponente de una mentalidad misógina, quien “contribuyó” con cientos de
millones de dólares a las arcas del Vaticano para “comprar” la prelatura
personal papal del Opus Dei -con lo que el grupo de allí en más sólo dio
cuentas al papa Wojtyla, manteniéndose impune de cualquier control diocesano donde
quisiera actuar- y que fue canonizado por Wojtyla en un vergonzoso proceso eclesial
relámpago.
Wojtyla con Escrivá de Balaguer |
3- Por darle la espalda y librar a su suerte al
arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, quien fuera asesinado por sus
enemigos
a) Por hacer una política de
estado el dejar sin protección a los sacerdotes y obispos que encarnaban en
América latina la opción por los pobres frente a las dictaduras criminales y
sus aliados de las burguesías nacionales, apoyando directa o indirectamente con actos o silencios a cuanta
dictadura genocida de derecha hubo durante su pontificado, y jamás haber condenando
explícitamente a la Doctrina de la Seguridad Nacional.
b) Porque al año siguiente de ser electo -1979-, monseñor Romero le entregó un informe sobre
la espantosa violación de los derechos humanos en El Salvador y Wojtyla lo
ignoró y le recomendó a Romero que trabajara “más estrechamente con el
gobierno”. Romero -asesinado el 24 de marzo de 1980 por un comando paramilitar
de la extrema derecha salvadoreña mientras celebraba una misa- enfrentó a los
militares para rogarles que no asesinaran a su pueblo, recorrió barriales,
zonas castigadas por la represión y la violencia, defendió los derechos humanos
y los pobres. Encarnó en su figura “una Iglesia pobre para los pobres” y lo
pagó con su vida, como tantos otros padres a quienes el Vaticano de Wojtyla tildaba de
marxistas o comunistas sólo porque se implicaban en causas sociales.
c) Porque Wojtyla le falló al
Evangelio en América latina y a quienes, desde una modesta Iglesia, osaron
decirles no a los asesinos de sus pueblos. Si Wojtyla contribuyó en
Europa del este a la caída del bloque comunista, en América latina favoreció la
caída de la democracia y la permanencia nefasta de las dictaduras y su
ideología apocalíptica. Un detalle atroz se suma a la ya incontable deuda que
el Vaticano tiene con la justicia y la verdad: el expediente de beatificación
de monseñor Oscar Arnulfo Romero sigue bloqueado en los meandros políticos de
la "Santa Sede".
4- Por hacer del Vaticano
una cueva de ladrones
a) Porque en una trama donde hay mucha sangre, Wojtyla se asoció -consciente o inconscientemente- con malandras para alimentar con fondos secretos las arcas del IOR (Banco del
Vaticano) y no aceptar los controles bancarios europeos sobre el mismo,
funcionando así como un paraíso fiscal para lavar dinero sucio de la mafia,
prelados corruptos y cuanto poderoso quisiera usar este banco vaticano para sus
delitos financieros, con tal que una tajada de ese dinero sucio quedara para
las arcas de Roma.
b) Por hacer del Vaticano el "aguantadero" de Paul Marcinkus, ex arzobispo de Chicago, banquero del
Vaticano y prófugo de la justicia italiana, con conexiones con la logia
masónica P2 de Licio Gelli, implicados en el vaciamiento del Banco Ambrosiano, y relacionado con “suicidios” como el del banquero Roberto Calvi y la muerte “natural” de
Juan Pablo I.
c) Por
aceptar elevar a “Prelatura Papal” al Opus Dei de Escrivá de Balaguer -lo que
eximió al grupo de cualquier control diocesano en todos los países del mundo- a
cambio de millones de dólares para salvar las finanzas de estado.
Wojtyla estrechando la mano del representante del imperio Ronald Reagan |
d) Por
aceptar a Candessus -dirigente del FMI durante los últimos tiempos de su papado,
implementador de severísimos "ajustes estructurales" a los países
pobres para "modernizar" y hacer "más eficiente" (¿para
quién?) sus economías, privatizándolas (despojando a los países de sus últimos
bienes nacionales) e introduciéndolas en la globalización (es decir, sometiendo
sus mercados al desigual comercio exterior), produciendo el período de mayor
concentración de la riqueza y mayor desigualdad de toda la historia universal-
y, encima, tolerar su famoso discurso a los empresarios “cristianos” en el que
les atribuyó corporativamente el "cumplimiento" de la Buena Noticia
de la liberación de los pobres (Lc 4, 16ss) (?) e incorporarlo -tras su
jubilación a la dirección del FMI- a la Pontificia Comisión de Justicia y Paz
del Vaticano, en un claro reconocimiento por parte del estado religioso de su
misma ideología, contraria al Evangelio.
Wojtyla estrechando las manos del nuevo representante del imperio, el genocida George Bush |
e) Por
la bendición al
Instituto para la Religión y la Democracia (IRD) que durante las
administraciones Reagan fue diseñado oficialmente para participar en la lucha
ideológica internacional poniendo la esa religión al servicio del capital
neoliberal internacional, combatiendo "teológicamente" las
revoluciones de los pobres, las comunidades de base y la teología
latinoamericana de la liberación, como confesaron los propios "Documentos
de Santa Fe".
f) Por no apoyar explícitamente el movimiento ecologista, ya que
hubiese ido en contra de la super explotación capitalista de ideología
neoliberal.
5- Por hacer de la
teología del Vaticano un oficio de inquisidores
a) Por coaccionar,
sancionar y expulsar a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe a más de 350 teólogos que querían difundir las enseñanzas
del Evangelio, convirtiendo a este estado en un antro de los peores
conservadores eclesiásticos del planeta.
b) Porque en
sus 27 años de pontificado ningún obispo latinoamericano ligado a la acción
social o a la Teología de la Liberación fue nombrado cardenal. La respuesta
está en una frase de otro de los más dignos representantes de la “Iglesia de
los pobres”, el fallecido arzobispo brasileño Hélder Cámara: “Cuando alimenté a
los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me
llamaron comunista”.
c) Porque aceptó gustoso a los teólogos
del neoconservadurismo, como Michael Novak, que justificó teológicamente el
neoliberalismo -en vez de sincerarse y señalarlo culpable de la creciente
pobreza y la destrucción del planeta- y que hasta identificó al "Siervo de
Yahvé" con la "corporación transnacional moderna" (?) y, aunque
es católico, nunca fue amonestado, ni siquiera mínimamente.
e) Por pretender instaurar el pensamiento único desde el poder central de Roma, avasallando la
espiritualidad de los distintos pueblos del mundo como si el Espíritu Santo
soplara sólo desde el eurocentrismo romano.
f) Por destruir el CELAM, atacando solapadamente al documento de Puebla, manipulando obscenamente la conferencia de Santo Domingo y no permitiendo un trabajo similar en África y Asia.
g) Por firmar la Dominus Iesus, documento de una soberbia increíble que pretendió la sepultura del ecumenismo y el pluralismo religioso.
h) Por hacer un tratamiento vergonzoso de injustificable tolerancia a Lefèbvre y su movimiento de reminiscencias medievales.
i) Por ser continuador de una propuesta misógina, profundizándola, como si la mujer dentro de la iglesia no fuese una mayoría y no tuviese la misma dignidad que los varones. Por esto mismo es que el Vaticano no ha podido firmar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
j) Por seguir manteniendo el celibato obligatorio y excluyente para los sacerdotes, aun en pleno siglo XXI, sin atender las necesidades pastorales de vastos sectores de la comunidad cristiana, tanto como las humanísticas de los propios ministros; en una norma canónica que tiene más que ver con las necesidades económicas de la institución (que los sacerdotes no tengan familias que los hereden, motivo por el cual se creó la norma) que con motivos evangélicos.
k) Porque en su catecismo de 1992 sigue aceptando la pena de muerte (2266 CIC) que aún sigue vigente.
f) Por destruir el CELAM, atacando solapadamente al documento de Puebla, manipulando obscenamente la conferencia de Santo Domingo y no permitiendo un trabajo similar en África y Asia.
g) Por firmar la Dominus Iesus, documento de una soberbia increíble que pretendió la sepultura del ecumenismo y el pluralismo religioso.
h) Por hacer un tratamiento vergonzoso de injustificable tolerancia a Lefèbvre y su movimiento de reminiscencias medievales.
i) Por ser continuador de una propuesta misógina, profundizándola, como si la mujer dentro de la iglesia no fuese una mayoría y no tuviese la misma dignidad que los varones. Por esto mismo es que el Vaticano no ha podido firmar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
j) Por seguir manteniendo el celibato obligatorio y excluyente para los sacerdotes, aun en pleno siglo XXI, sin atender las necesidades pastorales de vastos sectores de la comunidad cristiana, tanto como las humanísticas de los propios ministros; en una norma canónica que tiene más que ver con las necesidades económicas de la institución (que los sacerdotes no tengan familias que los hereden, motivo por el cual se creó la norma) que con motivos evangélicos.
k) Porque en su catecismo de 1992 sigue aceptando la pena de muerte (2266 CIC) que aún sigue vigente.
6- Por promover y encubrir a sacerdotes y obispos
abusadores de menores
Marcial Maciel bendecido por Wojtyla |
a) Porque entre
otros tantos horrores, promovió y encubrió a pedófilos como Marcial Maciel,
quien solía repartir sobres con dinero y favores para comprar el silencio de
las jerarquías, denunciado por el ex sacerdote mejicano Alberto Athié quien
renunció en el año 2000 al sacerdocio y se dedicó a la investigación y denuncia
de los abusos sexuales cometidos por clérigos y organizaciones. En 2004, antes
de la muerte de Wojtyla, Maciel fue honrado en el Vaticano. El “dossier” Maciel
había sido bloqueado en 1999 por Wojtyla y mantenido en estado de invisible por
el ya nombrado Angelo Sodano, número dos de Wojtyla durante 15 años como
secretario de Estado del Vaticano. Las investigaciones reabiertas por Ratzinger
demostraron que Maciel era un pederasta, tenía dos mujeres, tres hijos, se
movía con varias identidades diferentes y manejaba fondos millonarios. Las
denuncias previas nunca habían pasado el paredón levantado por Sodano y el hoy
“santo” Wojtyla.
Marcial Maciel sigue siendo bendecido por Wojtyla 20 años después |
b) Porque, en general, los crímenes de los
sacerdotes pedófilos se mantuvieron ocultos para no perjudicar el “buen
nombre” de la institución-iglesia, sin el menor sentido de justicia hacia las
víctimas inocentes. Existe un gravísimo informe realizado por tres cardenales
eméritos que habría reforzado la voluntad de renunciar del anterior papa,
Joseph Ratzinger, al verse sin fuerzas para cambiar esto. En
ellos se comprobaba un ambiente de promiscuidad, de luchas de poder entre
“monsignoris”, una verdadera red conspirativa de prostitución gay en el
Vaticano, que se agudizó en el papado de Wojtyla. Desde los comienzos de este pontificado la “Santa Sede" ha venido dando a
los obispos instrucciones secretas y amenazándolos con severas penas canónicas
para que los abusos sexuales contra niños cometidos por clérigos se mantengan
en estricto secreto.
7-
Por no haber hecho nunca la opción por los pobres
a) Por
no asumir su obligación profética de tomar y hacer tomar conciencia del
carácter conflictivo de la sociedad a partir de la realidad escandalosa de los
desequilibrios económicos, políticos y sociales; y de la realidad disyuntiva
desde esos lugares en donde la opulencia de unos pocos tiene relación directa
con la miseria de muchos.
b) Por
no asumir nunca un elemento de ruptura, y hasta de éxodo, respecto del lugar
de los poderosos y sus opciones de muerte con respecto a su rebaño
injusticiado.
c) Por
no introyectar entonces una opción conciente -que le era obligatoria como
pastor universal- por el lugar social de los injusticiados, por no ubicarse
desde él, con un deseo de identificación con éstos, lo que debió expresarse en
un movimiento de salida hacia su encuentro y de encarnación en su mundo y sus
intereses de forma real, concreta y efectiva.
d) Por
no asumir conciente y activamente la causa de los pobres, lo que implicaba una
opción política de solidaridad activa con sus luchas mediante una praxis
histórica de transformación social concreta, con lo que debió haber utilizado
las mediaciones políticas necesarias en cada caso, lo cual nunca sucedió.
e) Por
no asumir el destino propio de los injusticiados, pobres, aunque le costara
desde un simple desprestigio hasta la muerte, pasando por el despojo de todo
privilegio, de enemistades, persecución ideológica y hasta el martirio, como
así también de desprestigio e incomprensiones por haberse encarnado en el mundo
y en los intereses de los injusticiados al asumir la defensa activa de su
causa.
Más
allá de las buenas intenciones que pudo haber tenido el papa polaco -cosa que
sólo sabe y corresponde juzgar a Dios- declarar santo a Karol Wojtyla es
olvidarse del abrumador catálogo de graves pecados terrestres que pesan sobre él dado el ministerio que ocupó.
Presidió los destinos de la Iglesia con modos que terminaron siendo infames y corruptos. Donde Jesús en el desierto rechazó las tentaciones, Wojtyla fraqueó, calló y aceptó. Pero a diferencia de Pedro que negó tres veces al Señor y luego se arrepintió y puso su vida al servicio del Evangelio hasta su martirio, Wojtyla -hasta donde sabemos- jamás hizo público un arrepentimiento.
Se ha promovido a la categoría de santo a un hombre que, sabiéndolo o no, ha quedado con las manos sucias, con una actitud para nada evangélica de encubrir a violadores de niños, de besar a dictadores y legitimar con ello el tendal de muertos que dejaban en el camino, de dejar negociar beneficios con la mafia, que ha sacrificado en nombre de los intereses de Europa del Este, la misericordia y la justicia de otros, entre ellos los de América Latina.
Se ha canonizado a un hombre con dotes actorales -trabajados desde su grupo de teatro en su juventud- que ha estado en pose para lograr simpatías pero no ha ejercido el Evangelio en lo que es esencial. El papa “viajero”, el papa “amable”, el papa “de los jóvenes”, fue un hombre tan agradable como ortodoxo, dogmático y cerrado que desprotegió a las víctimas de los abusos sexuales y a los propios pastores de la Iglesia cuando éstos estuvieron en peligro de muerte. Su visión y sus necesidades estratégicas siempre se opusieron a las humanas.
Se ha promovido a la categoría de santo a un hombre que, sabiéndolo o no, ha quedado con las manos sucias, con una actitud para nada evangélica de encubrir a violadores de niños, de besar a dictadores y legitimar con ello el tendal de muertos que dejaban en el camino, de dejar negociar beneficios con la mafia, que ha sacrificado en nombre de los intereses de Europa del Este, la misericordia y la justicia de otros, entre ellos los de América Latina.
Se ha canonizado a un hombre con dotes actorales -trabajados desde su grupo de teatro en su juventud- que ha estado en pose para lograr simpatías pero no ha ejercido el Evangelio en lo que es esencial. El papa “viajero”, el papa “amable”, el papa “de los jóvenes”, fue un hombre tan agradable como ortodoxo, dogmático y cerrado que desprotegió a las víctimas de los abusos sexuales y a los propios pastores de la Iglesia cuando éstos estuvieron en peligro de muerte. Su visión y sus necesidades estratégicas siempre se opusieron a las humanas.
Se
ha ignorado la memoria de las víctimas y negado su reparación histórica ¿Ante
quién se arrodillarán en adelante las víctimas de los abusadores sexuales y de
las dictaduras?
Podemos
levantar todos juntos un lugar apacible y justo en la memoria con las imágenes
del padre Mugica, de los padres palotinos, de Mons. Enrique Angelelli, Carlos
Ponce de León, Oscar Romero o de tanto mártir casi anónimo para reencontrarnos
con la beatitud y el sentido de quienes, por un ideal evangélico de justicia e
igualdad dignidad de todos los Hijos de Dios.
He allí lo que debería ser la vida de alguien declarado santo, trascendiendo la pequeñez de una vida personal terrena en la grandeza trascendente de su misión.
He allí lo que debería ser la vida de alguien declarado santo, trascendiendo la pequeñez de una vida personal terrena en la grandeza trascendente de su misión.
¡Perdónalos
Padre, no saben lo que hacen! (Lc 23, 34)
No hay comentarios:
Publicar un comentario